Queridos todos a los que
no les confieso lo que siento por ustedes,
ME ENCANTAN. No importa quiénes son o qué me gusta de ustedes, ya verlos conectados me derrite de ganas de hablarles.
En diferentes momentos de la vida nos cruzamos y, estúpidamente, me callé y guardé mis intenciones para con ustedes. No las podía exponer, aún sabiendo hoy que compartíamos de alguna forma esos sentimientos y esa curiosidad. En mi vida hay mucho en juego en relación a este tema. A veces son amistades, otras mis relaciones con mi familia. En fin, parece que solo vivo para alimentar el "qué dirán" sin importar cuánto me pesa hoy el "qué hubiese pasado si". La cuestión es que tomé mis decisiones en su momento y no me arrepiento, ya que todas hablan de un momento de mi vida en el que no supe enfrentar estos retos. Hoy las cosas son diferentes. Siento todas las ganas de enamorarme. De nuevo experimento esa necesidad de amar y compartir con alguien mis días y mis tonterías.
Lamento que nada me haya llevado a aprovechar esos momentos como todos hubiésemos deseado. Aún así, lo lamento hoy, desde el lugar madurativo que me configura actualmente.
Si en un futuro nos llegamos a cruzar y sienten la necesidad de saludarme y volver a interesarse por mí, no me molestaría que me lo hagan notar, ni me molestaría ser yo el que les demuestre cuánto lamento haberlos dejado pasar, eso sí, buscando nuevas historias y dulces aventuras. Fueron muy importantes para mí. He aquí esta carta demostrándolo.
Dicen que las oportunidades pasan una vez. Yo digo que las oportunidades surgen de las ganas que uno tiene de provocar momentos únicos y de que aprendamos a ser artistas de las emociones. Pero si nuestra oportunidad no vuelve a darse, sean muy felices y encuentren a quien los ame en verdad. Llegará ese alguien que se juegue por ustedes. Les aconsejo no dejarlo ir.
Los saludo con un beso y un abrazo, y les deseo lo mejor en sus vidas.
Los quiere,
Yo.
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