viernes, 14 de septiembre de 2012

Ellas me conocen

Mi mejor amiga sabe quien soy. En una conversación que no supe encarar le dije simplemente, "quizás las sospechas de mi familia sean ciertas". Creo que se asustó. Sé que quedó shockeada. Ninguno pudo tocar el tema de frente. Es como si no me hubiese hecho cargo de decirle quien soy en realidad, pero francamente no puedo decir esas palabras. En mis hombros pesan con connotaciones tan duras y tristes que, siendo la consecuencia de mi pasado, no puedo traerlas al presente como "simples palabras". Además, hablando con sinceridad, no entiendo quién soy y quién no, o si hay algo que no soy. Se lo dije. "No voy a decirlo directamente porque me cuesta y porque no estoy seguro de nada en este momento". Quizás creas que fui cobarde, o un imbécil. También puede ser que esté manifestando en vos lo que creo de mí. NO SÉ NADA. NO ENTIENDO NADA. ME GUSTAN UN CHICO Y UNA CHICA AL MISMO TIEMPO. Alguien que me explique como le cuento eso a mi amiga y hermana del alma sin afectar nuestro mundo. Mi amiga es mi versión femenina de mí. Es increíble todo lo que compartimos juntos y como nos llevamos. Llegamos a charlar de que seríamos un matrimonio perfecto, claro que en chiste, el tema es que somos tan iguales que la perfección se volvería monotonía y fracasaríamos como pareja. Me río pensándolo.
Tengo otra amiga del alma que se enteró primero. Hace ya un mes que lo sabe. Aunque la conocí hace poco, se convirtió en mi segunda mejor amiga en muy poco tiempo. Ella me entiende porque vive lo mismo desde su lugar. Una noche de confesiones me lo contó mientras comíamos en un shopping, fuimos a su casa a boludear y después de dar muchas vueltas le conté mi historia y mi secreto. El problema fue que yo esperaba que mi mejor amiga lo tomara tan comprensivamente como mi amiga que me entiende. Luego entendí, mi mejor amiga no pasa por lo mismo. Ella es la situación más cercana a la realidad y a mi verdadero contexto social. De inmediato comprendí que en mi círculo mi sexualidad es un secreto a gritos que necesita aparentar el silencio un tiempo más.
Lo que más me sorprendió fue que cuando se lo contaba ayer a mi mejor amiga intentó dos veces convencerme que no tenía que preocuparme porque "que piense esas cosas es culpa de lo que me metieron toda la vida en la cabeza" (no se arma un blog tan dramático solo porque uno es medio artista. El pasado es duro y cuenta). Hay algo muy real que lo siento todo el tiempo con mis amigos. Es un momento de incomodidad para todos que disimulamos. Yo no soy gay, ni bisexual, ni nada. Yo soy "normal" y punto, de esto no se habla. A veces pareciera que quieren ayudarme. Y yo sigo dentro de mi caparazón.
No tengo mucho más para contar, es solo que quería compartir con ustedes que mi anonimato se empieza a romper y de a poco la gente me empieza a conocer. Las dos personas a las que más amo lo saben, les pese o no. Ambas dejaron en claro que me apoyan y me aman. Se los agradezco. Y yo, ¿amo algo de mí? ¿o amo más las mentiras que creé a mi alrededor para subsistir luego de haber pasado por un mundo en el que estuve tan sólo? Para pensar...

No hay comentarios: