Todo fue muy ingenuo. Hablábamos de que yo nunca había ido a otro boliche gay salvo al que vamos con mis amigos y me dijo que él conocía un par. Le dije que podíamos juntar bandas. Dijo que si me iba a ver prefería una cena y que fuera solos. Me morí. Sigo chorreando por el suelo de lo derretido que estoy jajaja.
Eso fue un viernes y el domingo a la noche volvimos a vernos. Quedamos en encontrarnos en Plaza Serrano a las 22 horas. En un momento él no llegaba (avisó que se retrasaba) y me fui a caminar por ahí. Me perdí un poco. Lógicamente y como no podía ser de otra forma, cuando él llegó yo estaba perdido.
- Je suis arriveé. Donde estas ? - texteó. Yo, - Empece a caminar y me perdi jajaj serrano y gorriti -. Sí, soy tan torpe que no decodifiqué que Serrano es la calle donde estaba la plaza que SE LLAMA SERRANO jajajajaj. Literalmente es una cuadra y si uno mira a la izquierda de donde estaba se veía la plaza. Cuando llegó el lugar estaba muy vacío y una persona se acercaba. Era obvio que era él. Nervios. De fuera de foco a foco, de una persona a él. Beso en el cachete y saludo. Debo admitir que es mucho más lindo de lo que lo recordaba. En serio. Y allí empezó todo...
1. DE CÓMO CAMINAMOS HASTA QUE YO ELEGÍ EL LUGAR DONDE COMER.
Era nuestra primera "cita". ¿Lo fue? Digo, ¿una cita? No lo sé. Para mí sí. Él es muy tierno y dulce, y tiene un humor que por escrito podía confundirse con prepotencia o altanería, exactamente igual al mío... pero una vez que estuvimos cara a cara entendimos que estamos muy lejos de eso. De hecho, habíamos discutido dos veces porque considerábamos que el otro se estaba "yendo a la mierda". Todo aclarado en dos palabras y un par de sonrisas.
Yo conocía lugares. Sabía llegar a donde quisiera en Serrano. Con mis amigas voy TODO el tiempo. Es más o menos nuestra parte preferida en capital, o una de las que más frecuentamos. Nuestro restaurant preferido está en la plaza Serrano. Yo no quería elegir el lugar donde comer. Ibamos a cenar pero no quería ser yo quien tome la primera decisión y quedar re duro y 'demandante'. Él es medio indeciso según mi teoría.
- Che, ¿tenés mucha hambre? Porque está re lindo para caminar - dije. Él no tenía tanta hambre.
Empezamos a caminar por las callecitas más iluminadas y hablábamos. Lo primero que me hizo contarle fue la primera y última vez que fui a la psicóloga. Una experiencia muy bella pero freak a los 6 años de edad. Yo soy uno de esos casos en los que los psicólogos dicen a los padres "Señor, señora, dejen al chico tranquilo que no tiene nada", aunque polite. ¿A ustedes les parece? Igual, yo no iba a caer sólo. Él parece tener una intrigante relación con una parte de su familia. Eso lo saqué yo por deducción de un par de veces que hablamos en las que solo nombra a la otra parte y enfatiza mucho. Le pregunté algo así como qué era lo que más le preocupaba y al toque me respondió "romper el lazo con mi mamá". Directo. Quizás demasiado para ser una respuesta que darme a mí, que con respeto estaba empezando a indagar a fondo.
Lo lindo era hablar con alguien que me escuchaba y que yo pudiese escuchar a alguien contarme su historia, quién es, qué hace y qué le interesa.
El ingeniero nunca decidió donde comer y se empezó a perder. Media hora más tarde le dije que conocía un lugar y resolví que iríamos ahí. Cuando llegamos nunca había entrado. Subimos a la terraza y nos sentamos a un costado. Éramos él y yo, con dos parejas más bien desperdigados en el espacio. Una pareja se fue. Él y yo era todo lo que había para mí. Yo quería conocerlo.
2. LA CENA.
Yo me pedí una hamburguesa doble (son caseras y riquísimas) con queso. Él pidió un milkshake de vainilla y caramelo que es riquísimo.
Comenzamos a hablar. Es realmente un chico hermoso y lo estoy viendo.
Resaltan dos cosas. Es muy encantador y tiene mucho miedo por "mi personalidad", cosa que me empieza a asombrar. Uno de los grandes debates de la noche se encierra ahí.
- ¿Debe ser jodido pelearse con vos, no?
Yo nunca hubiese dicho algo así si acabo de "conocer" por primera vez a alguien contando media hora de cita. Sus palabras. Él piensa que tengo una personalidad fuerte. Yo creo que también lo encuentra algo atractivo pero también sé que le tiene miedo. Me cuenta que conoció a alguien muy cercano a su círculo familiar con un supuesto carácter parecido al mío. El muchacho en cuestión, al parecer, no tenía ningún interés en convivir en paz y se las hizo pasar negras. Cuando terminó le di la mano y le dije, "yo soy yo, vos a mí no me conocés. Pero si te das la oportunidad podés correr de lado mi personalidad y llegar a la super sensibilidad que quizás no te dejo ver". Me preocupó mucho que no viera la verdad y que me encasillara en ese tipo que conoció.
Tarde o temprano terminé por ser sincero. Es cierto que tengo una personalidad, le dije, pero también es cierto que tuve que armarla un poco para poder zafar de algunas cosas que viví y no estuvieron buenas del pasado. No soy un mártir, eh, ni me lo creo, pero sé que a veces hay que hacerse fuerte y yo viví eso. Yo no tengo interés en pelear o en ser egoísta. Yo quiero compartir con alguien, ¿me entendés? No me cuesta el perdón si me equivoco y si te preocupa me cuesta mucho estar peleado con la gente. Me hace daño. Lo importante para mí es que me des la oportunidad de que te conozca y vos a mí, porque sino no sirve de nada estar acá sentados. No más fuerte que cierto. Piénsenlo.
Dice que tengo una "complicidad fuerte conmigo mismo". Dios sabrá qué me quiso decir. Me lo dijo re divertido. Es muy tierno con las palabras. Es tremendamente filosófico. Hará dos semanas discutimos qué es la luna. Yo le dije que "la luna es el cadaver del sol. Es lo que queda queda cuando ya no queda luz". Él dice que la luna es vida, es abrazo, es encuentro. No. Pero bue jajajajaja. Lo debatimos. Anoche no faltaron estas discursiones.
Hablamos de la fidelidad. Hablamos de lo conflictivo que puede ser bi para mí y de que para él también como gay por el hecho de suponer (erróneamente) que por ser bi era casi una verdad ineludible que iba a engañarlo con una mina. Hablamos de música y bailaba mientras hablábamos. Hablamos de política. Hablamos de nuestras carreras. De nuestras familias y amistades. Hablamos mucho y me encanta hablar con él, que piensa y es interesante en sus devoluciones y razonamientos.
Fue una de las cenas más hermosas que tuve en mi vida. No por nada en particular, al contrario, lo lindo era que estaba pasándola muy lindo con alguien con quien me reí un montón y compartí un montón de puntos en común.
3. EMPRENDIENDO EL REGRESO.
Se va haciendo la 1 y nosotros tenemos que irnos. Yo tenía que inscribirme en mi facultad a las materias y él empezaba las clases en UBA. Empezamos a caminar y quiso ir a Santa Fe y Scalabrini a tomar un taxi. A mí me convenía para tomar el 15.
Empezamos a caminar todo por una calle por la que salimos al botánico. Empezamos a cantar. Tiene una voz HERMOSA y grave, no como la mía que es mucho más aguda. Tiene voz de melódico pero MAAAAL. Me encanta. Es super sexy eso y se lo dije jajaja. El tema es este y es importante contarlo. Él se había ido la última vez dándome un beso en la mejilla, y a mí me gustó demasiado como para que eso pase de vuelta. Yo necesitaba que en esa caminata pasara algo y terminara todo en un rato de besos. Nada más que eso, pero nada menos tampoco. Cuestión que caminábamos y charlábamos y cantábamos... no pasaba nada. Lo dejé ser. Le miraba la mano y me daba ganas de agarrarle la mano a ver qué podía pasar. No me animé.
Seguimos charlando por el camino. Me cantó una canción de las pastillas del abuelo. Luego cantamos de a dos rolling in the deep. No puedo explicar lo sexy que canta. Tiene una voz gravecita y dulce. Muy pop latino jajaja. Y yo que me hago cada día un toque más agudo para cantar evidentemente jajaja.
Les confieso que lo estoy queriendo mucho y se me terminan las cuadras.
Fui muy frontal porque él también lo fue. Es re cool eso. Ninguno creo sabía mucho con qué se iba a encontrar y nos dijimos muchas de esas cosas que la gente "salidora" dice que no se dice "en la primera cita". Me importó poco y nada porque yo la estaba pasando bien... sin beso, pero maravillosamente bien. Empecé a pensar que así está bien. No tiene por qué haber un beso para que sea una noche perfecta. ¿O sí?
4. SCALABRINI Y ADIÓS.
Caminamos por Santa Fe y en la esquina de Scalabrini esto sucedió:
- Bueno, ¿cómo hacemos? ¿dónde para el colectivo?
- No, no, dejá que yo me arreglo. Te acompaño a tomarte el taxi. En serio.
- Ah sí, qué bonito. Yo me voy re tranquilo mientras vos esperás horas al 15.
- Quedate tranquilo que yo me pongo música y se puede ir bien a la mierda (*nos reímos*). No, en serio, andá porque el 15 no vie... (a 2 cuadras veo al famoso 15). HEY! EL 15!
Él me dice "corré, corré". En fin. A las apuradas le di un beso en el cachete y le dije chau. El colectivo no iba a venir por una hora mínimo (ya me pasó) y yo tenía que volver a casa, él también. Ese era el fin. El final de una maravillosa noche.
Verde. El 15 está viniendo. Lo saludé en el cachete y caminé. 1. 2. 3 pasos. Sin querer entro en una especie de trance del corazón y esto fue lo que hice.
5. EL VERDADERO FINAL FELIZ.
El 15 estaba viniendo a la parada. Un colectivo que podía tardar lo que se le antojara en volver a venir. Lo saludé con un beso en el cachete y le dije, chau, la pasé muy lindo. Él "también". ¿Te voy a volver a ver? A veces hago preguntas muy de entregado. ¿Ven a qué me refería con 'cosas que no se dicen en la primera cita'? Yo prefiero que sepa la verdad, que me importa. Si me sale mal ya fue. El 15 avanza. Me dice que sí.
Hago 3 pasos y estoy por dar el cuarto cuando me doy cuenta que encontré a la persona que quiero conmigo y es él. Tenemos demasiado en común. Somos opuestos en lo que debemos para funcionar y disfrutar tanto esas charlas que tuvimos toda esa noche. Somos parecidos en mil cosas que no le hice notar el parecido, pero mientras hablaba yo podía escuchar resabios de viejas conversaciones donde yo opinaba igual con amigos, con alguna que otra personita especial. Era la noche que yo quería vivir hace mucho. Y, aunque quede mucho a su criterio y quizás para mal por lo que voy a decir, era mi primera 'cita' en concreto en la vida. Algo más tenía que pasar. Por eso no di el cuarto paso. Cual enamorado de Disney, volví a dar 3 pasos pero ahora hacia él, lo agarré de la cara y le di un pico. Acto seguido salí corriendo a tomar el colectivo. Maravilloso. Fue maravilloso. Duró segundos todo esto. Segundos donde no pensé en NADA más que en la necesidad que tenía de darle ese pequeño beso que le dijera todo lo que quería que sintiera. Ese "me está empezando a gustar tenerte cerca" que no le pude decir con las palabras antes.
Me subí al colectivo y lo perdí de vista. Ya se habría ido. Una vez sentado me arrepentí un poco y pensé que quizás había sido impropio. Quizás. Eran dos avenidas y yo dándole un beso en la boca a un chico por primera vez en la vida en la intersección de ambas. En la calle, donde todos te ven. Sí, fue un pico pero... era con un chico. "Perdón jajaj" le dije. "Nada que disculpar. Me pareció muy tierno" contestó.
A casa. La noche había terminado y yo acababa de vivir una de las cosas más lindas que me pasó en la vida. Hoy se lo conté a una amiga y me dijo si lo iba a volver a ver. Yo siento que quiero pero no sé por qué no estoy seguro. Supongo que sigo con ese miedo de que todo sea en vano y esté sintiendo demás.
Él era mi cómplice en lo que sentía y pensaba sobre el amor y las formas de amar. Él entendía muchas cosas en las que le di la razón sin deschavarme, pero en las que yo al menos supe que éramos muy iguales.
Ojalá pueda seguir conociéndolo... y la próxima vez haya un lindo beso de por medio. Igual, creo que ese 'cinderello' que vuelve a por "su zapato" jaja me salió bien, y lo bello de la historia es que no lo pensé. Todo lo que yo quería. No volver a pensar si necesitaba sentir algo por alguien. Lo logró.
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